No existe mayor aventura que la de aventurarse en el otro
Cada indagación es un abrazo a lo desconocido que remueve viejas formas y fertiliza de insospechadas posibilidades a nuestras moradas internas.
Arriesgue y mire a los ojos del otro cuando comunique sus sentimientos e ideas. Abra su corazón mientras escucha algo más que las palabras que salen de su boca. Relaje el entrecejo al contemplar su rostro y ábrase a la percepción de todo su ser mientras respira conscientemente, sabiendo que expande su campo aúrico y abraza sutilmente al Ser que usted conecta.