Vivió 35 años en la calle. Hoy cumple el sueño de su vida
Una historia realmente bella que demuestra que el AMOR, lo puede todo y que, todavía, quedan seres maravilloso como Shalla. Cada persona es un mundo. Un mundo interior que vale la pena conocer, más allá de sus circunstancias. Porque todos tienen algo para dar y nosotros mucho por aprender. Hagamos entonces el ejercicio de romper con los prejucios sociales y acerquémonos a todo aquel que pueda necesitar algo, que con pequeños gestos podemos cambiarle la vida, dándole oportunidades que cree perdidas.