Muchas veces, cuando defendemos nuestras creencias, somos tachados de “fanáticos”.
Siempre recurro a mi buen amigo el diccionario, y allí encuentro: Fanático: (del lat. fanaticus) Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. Los sinónimos son: intransigente, apasionado, ferviente, idólatra, seguidor, entusiasta, exaltado, fan, intolerante, extremista, hincha.

¿A usted le parece que una persona que defiende sus creencias con argumentos coherentes sin imponer a otros su credo, puede ser tachada de “fanática”?

Es común que individuos que no tienen ni siquiera un mínimo conocimiento del catolicismo, opinen como eruditos, y por supuesto, se pongan hechos unos basiliscos si contradecimos sus “barrabasadas”. Yo me pregunto ¿Quién es el fanático?

¿Por qué debo tolerar que un “Fulano” me diga que la Iglesia está obsoleta, que se ha quedado en el tiempo, que no atrae a nadie, cuando este “Fulano” no practica ninguna religión ni cree en la luz eléctrica?

otros se aprenden un par de versículos de la Biblia, se la calzan debajo del brazo y con eso ya tienen patente para criticar. Y ni le cuento de los que salen con el tema de la Inquisición… Fue algo oprobioso, pero FUE, Juan Pablo II por dos veces volvió a pedir perdón al mundo por la dolorosa experiencia de la Inquisición.

Cuántas veces la Iglesia debe pedir perdón para que dejen de traer a colación este hecho?
Usted debe haber escuchado mil veces: ¡Si vendieran todo el oro que hay en el Vaticano no habría pobres! El Vaticano tiene un museo y lo puede visitar cualquier persona, ya que no hay un portero que le pregunta si está bautizado para poder entrar. Es un patrimonio de la humanidad, lo mismo que el Museo del Louvre, el Británico, el Pushkin o el de El Prado. Se les ocurre acaso vender la Mona Lisa o el David de Miguel Ángel?. O quizás desmontar las pirámides para construir casas? ¡No!, de eso nada. Siempre vuelve la mula al trigo… y después tachan de fanático a quien les para el carro (me salió una argentinada: Parar el carro es decirle a la otra persona que baje los decibeles, que no se sobrepase en lo que dice, algo así como ponerle freno)

Y con el tema del celibato estoy hasta la coronilla. Si usted no quiere ser célibe no se meta a cura y listo. Vio que es fácil.

También debo hacer un mea culpa.

Todas las religiones profesan el amor y ninguno de sus feligreses cumplimos, obviamente yo estoy en el mismo saco.

En el judaísmo, leemos en el tratado Derej Eretz Zuta: «Si quieres mantenerte cerca del Amor de tu amigo, preocúpate de buscar su bienestar».

Dice el Sagrado Corán: «Allah es Amor» «A quienes hayan creído y hecho buenas acciones, el Compasivo les dará Amor».

Buda dijo: Deja que tus pensamientos de amor ilimitado se extiendan por el mundo entero.

Mahatma Gandhi, expresó: No hay vida donde no está presente el Amor. La vida sin Amor conduce a la muerte.
Jesús dijo: Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. (Juan 15.12)

A fuerza de ser sincera, y aunque me tilden de blasfema, con un solo mandamiento se arregla el mundo: ama a tu prójimo como a ti mismo. Por qué no el primero? Porque de nada me sirve orar todo el día y decir Dios, te amo, si ignoro al resto de la humanidad.

Genny De Bernardo

Miami. Florida. U.S.A

Columnista Exclusiva

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