Cuando el Señor hizo a la mujer, era su sexto día de trabajo.
Haciendo horas extras… un Ángel apareció y trató de detener al Señor.
“Esto es demasiado trabajo para un solo día, mejor espera hasta mañana para terminar”. “Pero no puedo”, protestó el Señor. “estoy tan cerca de terminar esta creación por lo que está muy cerca de mi corazón”.

El Ángel se acercó y tocó a la mujer “Pero la has hecho tan suave, Señor”
“Ella es suave”, asintió el Señor “pero también la hice fuerte. No tienes ni idea de lo que puede resistir o lograr”

El Ángel notó algo y se estiró y tocó la mejilla de la mujer. “Oh, parece que este modelo tiene una pérdida”.
“Esa no es una pérdida” – Objetó el Señor “Eso es una lágrima”.
“¿Y para qué son las lágrimas?” – Preguntó el Ángel.

El Señor dijo, “La lágrima es la forma en que ella expresa su alegría, su pena, su desilusión, su soledad, su dolor y su orgullo”.
El Ángel estaba impresionado. “Eres un genio, Señor, pensaste en todo ya que ¡Las mujeres son en verdad asombrosas!”


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